La Navidad se celebra el 25 de diciembre, en el equinoccio de invierno, esta es la noche más larga del año; y a la mitad de la noche, los antiguos romanos sentían que el sol comenzaba a nacer y de aquí las noches se van acortando hasta llegar al equinoccio de verano cuando la noche más corta se marca como el triunfo del sol sobre la oscuridad. El cristianismo, tomó esta tradición del imperio romano, la llamaban "la fiesta del sol invicto", del sol que no se deja vencer por las tinieblas, y, aún cuando la noche más cerrada y más larga parecía oprimirlo, era precisamente el comienzo de su carrera de victoria. Entonces el cristianismo, para bautizar esta fiesta celebró el 25 de diciembre la fiesta de Navidad, cambiando como objeto de la adoración no el sol, que tendrá fin, sino el eterno sol de la justicia.
CÓMO “LA FIESTA DEL SOL INVICTO” CUANDO LAS LESIONES MÁS DURAS Y MÁS LARGAS, LAS ABVERSIDADES MÁS GRANDES TE OPRIMAN Y NO TE DEJEN CORRER, ENFRENTATÉ Y COMIENZA TU CARRERA HACIA LA VICTÓRIA. SÉ EL SOL QUE NO SE DEJA VENCER POR LAS TINIEBLAS.
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