5ª ETAPA SOCUELLAMOS - VILLACAÑAS

 Salida emocionante y pesadumbrosa, emocionante porque loa amigos de Socuéllamos junto al presidente de la peña del Atletico de Madrid, estuvieron para despedirnos, el Sr alcalde de Socuellamos nos recibió en el Ayuntamiento como personas importantes. Pesadumbrosa porque Paco decidió ir al ambulatorio para curarse bien las heridas de guerra y poder afrontar con confianza y firmeza la dura etapa que teníamos por delante.

Erick se quedó con él, lo que hizo estar sin apoyo más de 18Kms, pero como era temprano y la mañana fresca se aguantó bien.

En esta etapa, habíamos decidido ir lo más posible por asfalto, para no despistar mucho a Erick y darle un respiro a Manolo, que los caminos de piedras no le gustan mucho.

Paso por Pedro Muñoz rápido y disfrutando del al halo del Quijote (“pa” quijotes nosotros) que se respira en toda esta zona de la mancha, por donde quieras que pases, te viene a la mente las múltiples aventuras narradas por Miguelillo. A estas alturas, Erick ya ha contactado de nuevo con nosotros y todo vuelve a la normalidad.

Siguiente paso habitado EL TOBOSO, pueblo de Dulcinea y también con un agradable aoma quijotesco que hace creerte que el tiempo no ha transcurrido en estas tierras, molinos como los de antes jalonan los márgenes de la carretera y nos quedamos embobados, soñando como serían las andanzas de Alonso, pero con nosotros de protagonistas.

Con risas bromas y con ganas de humor  llegamos a la villa de Don Fadríque y ya nos queda el último tramo para el final de la etapa.

Llegamos a Villacañas muy bien con tiempo y con muchas energías. El alojamiento lo teníamos previsto en una casa de CÁRITAS que hay en Villacañas, la cual da alojamiento y comidas a los que lo necesitan o peregrinos del camino de Santiago.

Todo lo que se pueda decir es poco, nos atendieron como el mejor hotel de 5 estrellas, cama, mesa puesta comida excelente, trato amabilísimo, nos lavaron y secaron la ropa para poder disponer de ella al día siguiente.

La guardia civil, nos visitó para comprobar que no teníamos infiltrado ningún elemento raro, y al comprobar que había dos colegas, se deshicieron en darnos apoyo también.

El tener tiempo suficiente para ducharnos tranquilamente, comer relajados, y dormir esta noche en una cama, nos sentó a todos de maravilla, Al día siguiente todo se veía de otro color y creo (son suposiciones) que todos ya estábamos convencidos de terminar esta aven-locura.

Agradecer enormemente a las personas que nos atendieron en casa de Cáritas, todo el esfuerzo y ánimo que hacen, no solo por nosotros sino por todos los que por allí pasan, según nos comentaron más de 3600 personas al año y todos los días del año están abiertos. Una labor altruista e inigualable.

Mañana más                                      ENLACE DE FOTOS