viernes

ROTURA FIBRILAR




TITULO DE LA ENTRADA:  LESIONES
LA ROTURA FIBRILAR

Cuando los músculos están muy cansados, una sesión de cuestas o un simple resbalón sobre el barro pueden ser el desencadenante de una distensión muscular. Las fibras musculares son conducidas a un alargamiento, al cual su calidad elástica no responde. El músculo está diseñado para alargarse y retraerse. Si no hace esto último, es porque se ha distendido, ha hecho el paso de alargamiento, pero no puede realizar el segundo paso de retraerse.

En la fase de distensión, lo más que muestran las masas musculares es cierta dureza, pero casi nunca llegan a molestar en caliente. Por tanto, seguimos corriendo. Sólo en frío se nos mostrarán. El problema es que, sin impedimento físico, ni aviso orgánico de que algo anda mal, el músculo sigue sufriendo, seguimos entrenando a buen ritmo (pues no hay signo de alarma), por lo que podríamos llegar a un estado de rigidez muscular, en el que algunos grupos de fibrillas se rompen.

La reacción de defensa del organismo que notaremos, es una contracción rápida y violenta, junto con un dolor
difuso que nos hace parar. Intentamos estirar, pero duele, hemos sufrido entonces un "tirón muscular". Las zonas de más frecuente localización son los gemelos, abductores y bíceps femoral. Si el tirón ha sido intenso, se manifestará como una pedrada que nos hace parar de inmediato. No sólo dolería al estirar y contraer el músculo, sino también en reposo. Entonces estaríamos ante la forma más grave del tirón muscular, la "rotura parcial fibrilar".

Su prevención y tratamiento son bien sencillos, se nos aconseja ser cautos ante cualquier situación de fatiga muscular. Debemos prevenirlos con estiramientos seguidos de baños de agua tibia y sal, y entrenamiento adaptado a lo que sintamos.

EL TRATAMIENTO SE DIVIDE EN TRES FASES:

1ª Fase: Se ha formado el hematoma y el objetivo es

reducirlo. Si el hematoma se localiza entre los fascículos musculares, la lesión tiene mejor pronóstico que si se sitúa dentro de un fascículo (hematoma intramuscular), que tiene peor pronóstico, precisa mayor periodo de curación y evoluciona con frecuencia hacia la cronificación. Suele durar entre 48 y 72 horas. Se recomienda reposo absoluto del miembro o la zona lesionada. Se debe aplicar frío (crioterapia) durante las primeras 48 horas, de tres a cinco sesiones diarias de entre 15 y 20 minutos de duración. Es aconsejable interponer un paño húmedo entre la piel y la bolsa con hielo para evitar lesiones por frío.

Realizar un vendaje compresivo y elevar el miembro lesionado cuando la región lo permita. Conviene tomar un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) y un relajante muscular.

Debe evitarse la práctica indiscriminada de masajes, ya que puede facilitar las hemorragias y la cronificación de la lesión.

2ª Fase: es la fase de cicatrización. El tratamiento va

dirigido a lograr que la cicatriz sea lo menor y lo más funcional posible. En esta etapa se debe mantener el vendaje compresivo, aplicar calor mediante paños, bolsa de agua o manta eléctrica, también entre tres y cinco sesiones diarias de 15 a 20 minutos de duración.

A partir del tercer o quinto día es conveniente empezar a realizar contracciones musculares en reposo siempre que no ocasionen dolor. Han de repetirse varias veces al día con el fin de orientar adecuadamente el tejido que está cicatrizando.

La fisioterapia permite acortar el tiempo de recuperación. Son numerosas las técnicas empleadas en la actualidad: termoterapia, ultrasonidos, electroterapia, laserterapia, cinesiterapia,? Se deben introducir las contracciones con movimiento y los estiramientos según vayan siendo soportados con malestar, pero sin dolor.

3ª Fase: reanudación progresiva de la actividad
deportiva. Deben prevenirse nuevas lesiones realizando estiramientos de la musculatura afectada antes y después del ejercicio.


CUATRO CONSEJOS ÚTILES PARA PREVENIR LOS TIRONES:

1. Hacer estiramientos suaves, haciendo hincapié en los músculos que más sufrieron tirones;
2. Darse baños de agua tibia y sal;
3. Masaje habitual;
4. Entrenar sensatamente, no forzar los días en que nos encontramos más cansados.

No hay comentarios: