CRÓNICA DE LA SUBIDA VELETA 2011 (By Gaspar Campello)

MI SUBIDA AL VELETA EN 2011

 

Después del Teide, Mulhacén y Aneto, está el Veleta , con 3.395 metros de altitud.

Como no debía de ser de otra manera, también se organizan pruebas deportivas para subir corriendo a ese Pico. En la pasada edición XXVI, yo ya estaba inscrito pero un pequeño accidente de moto, me privó de participar.

En esta ocasión, del 2.011 he tenido la fortuna de poder acompañar a otros 424 corredores.

Eran las 7:15 de la mañana del domingo 7 de Agosto y después de dar dos vueltas por el Paseo de la Bomba (Granada a 640 metros), hemos enfilado la zigzagueante carretera de Sierra Nevada.

Todo es para arriba. Hay que controlar. Si sales lanzado al principio, luego faltarán fuerzas. En definitiva, hay que actuar con cabeza. Es lo que me aconsejaron los compañeros y así traté de llevarlo acabo. Los primeros 25 km. los he recorrido en 2 horas y 36 minutos, lo que hace una media de 6:14 el km.

A partir del 25 cambié el correr por el paso liguero, acompañado de algún trotecillo de vez en cuando y así hasta arriba.

Casi todo el recorrido anduve sólo, como en casi todas las ocasiones. Delante los más buenos, detrás los menos buenos, y yo, como siempre, en medio de esas dos reparticiones.

Durante el trayecto, intentaba distraer la mente, pensando lo que escribiría después sobre la prueba, o dirigía la mirada a los alrededores en donde sólo se divisaban montañas, había poca vegetación, en los arcenes, también me fijaba y me recordaban la mala educación que tienen algunos pues habían tirados multitud de envases de todas clases.

Según me acercaba a lo más alto, se divisaban los negros tejados de las estaciones de esquí, manchas blancas (nieve aún sin derretir), barreras de madera de unos 3 metros de altura, que deben ser los límites de las pistas de esquí en su temporada, los teleféricos, ...y todo en conjunto, me llevaba a pensar que son imágenes que los empresarios que viven de la nieve, están deseando que pasen lo más rápido posible.

Seguía hacía arriba. Cada 3 o 4 km. había avituallamiento servido por amables voluntarios. La carretera era de asfalto, salvo los últimos km que eran caminos con piedras, pero que las bicis, ambulancias y minibuses, podían circular.

Cada vez faltaban menos km para llegar a la cima, no era consciente de los km que había dejado atrás. La mente se adapta a cada reto. Si en un principio la programas para 15 km, cuando vas por el 12, 13 o 14, te va pidiendo ya llegar. Pero aquí estaba preparada para 50 km y sólo me llamaba a la atención cuando faltaban 4 o 5 km para finalizar. Y todo por culpa del Pico, que lo tenía ahí, casi lo podía tocar y no llegaba nunca. Lo tenía como a 1 km en línea recta y aún faltaba una hora y media para patearlo.

Al final fue 6:31:45 el tiempo empleado en recorrer esos 50 km. El 215 de la general, cosa que no estoy nada descontento pues es la única prueba larga que no le he prestado atención alguna. Sólo he sido consciente de que iba a recorrerla 2 días antes, con los pequeños nervios clásicos hasta el momento de empezar.

El campeón llegó 2 horas y media antes que yo, pero no importa. Me consuela pensar qué sería de él y cuatro más sino fuera por mi y muchos más. Aunque sólo enchufen a él las cámaras y a nosotros nos quiten el reloj antes de llegar.

Lo mejor, como siempre, los compañeros, las fotos, las charretas, las tapas, las cervezas sin, las calles de Granada, los ríos Genil y Darros, la Alhambra en lo alto, las tiendas, los aromas a té y a especies y sobre todo esa suerte de haber recorrido esa barbaridad de km que, como les decía a mis compañeros bajando en el coche, no es posible que yo haya corrido esa distancia tan alta y tan larga. Aún no me lo termino de creer.

Salud para todos y hasta una próxima ocasión.

Santa Pola, a 9 de Agosto de 2.011.

Gaspar Campello.